Cómo inspirarse y motivarse para hacer fotografía de calle (siempre funciona)

Quién no ha estado en una de esas situaciones en las que no ha sido capaz de motivarse e inspirarse en fotografía de calle. Al final, terminamos yendo a casa sin disfrutar de un buen día de fotos. Sin ir más lejos, hace unos días tuve mi peor salida fotográfica en cuanto a resultados, que yo recuerde. Ese día tenía por delante mucho trabajo que debía terminar para esa misma noche.

Aún así, tenía tantas ganas de salir a hacer fotos y despejarme que pensé: “Primero las fotos y después el trabajo”. Sin embargo, tras llegar a casa y revisarlas, ni una sola foto se salvó de la criba. Durante todo el día estuve tan preocupado por el trabajo que me quedaba que no pude concentrarme en las fotos. No tenía visión fotográfica. En definitiva, estaba desmotivado.

También es verdad que salir a hacer fotos no nos garantiza que volvamos a casa cargados de obras maestras. No hay que venirse abajo si no somos capaces de hacer eso. ¡Ni siquiera los mejores son capaces de algo así! Por eso, para subir esos ánimos, he creado una lista con consejos para inspirarse y motivarse cuando salgamos a hacer fotografía de calle. Y por si fuera poco, te voy a poner por aquí todas las fotos que hice ese día.

Observa mucha fotografía y arte en general

¡Qué típico! ¡Es el consejo que todo el mundo da para inspirarse en fotografía de calle! Lo cierto es que ver foto callejera similar a la que practicamos como método para inspirarse es algo que funciona. Es similar a que un skater vea vídeos de patinaje antes de una sesión. Es una práctica que te inyecta energía. Te va metiendo en situación y sales con el ojo ya preparado de casa. Buscar y consumir diariamente contenido relacionado con la fotografía y el arte en general no sólo nos ayuda a conocer a más artistas, sino también a tener activa nuestra mirada. Nos ayuda a reconocer escenas, a interpretar fotografías, a entender el motivo de por qué se hizo esa foto que no podemos dejar de mirar.

Se dice que mirar libros de fotografía es la mejor opción. Plataformas como Instagram o Flickr están llenas de ruido y perderemos mucho tiempo haciendo scroll hasta encontrar una buena fotografía. Yo estoy un poco en contra de esa afirmación. Instagram también aporta un buen número de artistas desconocidos y principiantes de los que puedes inspirarte. Al no tener renombre, y no es porque sus fotos sean malas, los ves más cercanos a ti que a los fotógrafos consagrados que aparecen en los libros.

No te olvides de los emergentes

Este apartado está relacionado con el anterior. Si ves el libro The Suffering Of Light de Alex Webb por supuesto que vas a inspirarte. Pero, ¿cómo de identificado te sientes con ese fotógrafo con estatus divino? ¿Crees que llegarás a su nivel? ¿Necesitas visitar todos esos países para hacer buenas fotos? Sin embargo, si ves el trabajo en Instagram de fotógrafos emergentes y que disparan en su barrio como chinibolson, joseba_capaz o sara.messinger sentirás que tú también puedes hacerlo. Son gente como tú y como yo.

Este ejercicio no consiste en mirar sus fotos y copiarles literalmente. Se trata de ver todas las posibilidades artísticas que tenemos una vez ponemos el pie en la calle. Ver la cantidad de oportunidades que nos regala la vida y que otros han aprovechado. ¿Por qué nosotros no vamos a poder hacer lo mismo? Otros ejemplos para inspirarse en fotografía de calle son los colectivos como Hardcore Street Collective y revistas como Eyeshot. Documentales en Youtube como Everybody Street o el hype-vídeo de Daniel Arnold en Vogue. Visita todos estos enlaces para una buena dosis de motivación callejera.

Los maestros también fallan

Hablando de libros de fotografía, mi última adquisición ha sido la edición japonesa de Forever Saul Leiter. Es un libro rebosante de buena fotografía y, aunque no soy fan de su estilo, es enriquecedor ver de todo. Saco este tema porque hay una de sus páginas que me ha impresionado. Es algo que no me esperaba de maestros de la composición como Leiter. En las páginas 42 y 43 están publicados los negativos de un rollo de Kodak Tri-X. 35 fotos en total y todas y cada una de ellas son una castaña. Ni una tiene un mínimo de intención. Viendo esos negativos no estoy seguro de qué intentaba hacer el bueno de Leiter. Es como si se hubiera comprado una nueva cámara y ese hubiera sido el rollo de prueba.

Esto que escribo no es para hacer sangre, sino para que sirva de motivación e inspirarse en fotografía de calle. Hasta los más grandes de la historia de la fotografía de calle hacen fotos terribles. Lo que pasa es que, si sólo nos basamos en sus libros, lo que veremos es la crème de la crème. Qué bueno sería ver esas fotos que nadie enseña. Al menos yo me he animado y os estoy poniendo las mías en esta entrada jejeje. Moraleja: “No pierdas la motivación si las fotos no salen como quieres”. Aunque ese día no estuve acertado con las fotos, me lo pasé bien. Caminé un buen puñado de kilómetros y, por supuesto, entrené el ojo.

Pregúntate por qué haces fotos

No sólo es importante saber qué es la fotografía de calle, sino también saber por qué la haces. ¿Qué te motiva a salir a caminar cámara en mano? Y digo caminar, y no disparar, porque pasaremos mucho más tiempo caminando que haciendo fotos. En mi caso, me gusta encontrarme por sorpresa con escenas cotidianas que se puedan sacar de contexto. Enfrentarme a algo que surge de forma espontánea y resolverlo. Me atrae observar el comportamiento humano en su entorno. Tengo que reconocer que somos seres muy peculiares.

Salir a hacer fotografía de calle es salir con un lienzo en blanco. Pregúntate de vez en cuando cómo y con qué te gustaría rellenar ese lienzo. Puede que sea una vía de escape a la rutina diaria. Una forma de activarte, de ver mundo, o incluso socializar con tus fotografiados. Puede que sea porque quieres comunicar tu visión del mundo, o simplemente porque te gustan las cámaras. Lo cierto es que la fotografía de calle es la disciplina fotográfica más sencilla de practicar. Sólo necesitas una cámara y a caminar se ha dicho. Pero para eso, tienes que llevar siempre tu cámara encima.

Lleva tu cámara siempre encima

Soy un pecador de la pradera, lo sé. No puedo estar dando este consejo y luego no llevarlo a cabo. Muchas veces me la dejo en casa, o bien porque se me olvida o porque creo que no la necesitaré. Llevar una cámara siempre encima, sobre todo, una cámara que te guste, es importante. Es un equipo que vas a disfrutar usando. Es tu práctica diaria. Hacer un par de fotos cada día es mejor que hacer cien una vez al mes. Es una forma de no perderte cualquier situación que pueda surgir ante ti. Si algún día ves “la foto” y no tenías la cámara contigo vendrán los arrepentimientos. Y lo digo porque le ha pasado a un amigo… muchas veces.

No importa cuántas veces camines por las mismas calles o hagas el mismo recorrido. No importa que pienses que en tu ciudad, pueblo o barrio no ocurre nada interesante. La práctica hace al maestro y el verdadero maestro siempre se siente aprendiz. Esa práctica hará que poco a poco te vayas percatando de escenas que anteriormente se te pasaban por alto. Irás reconociendo dónde pueden surgir momentos potencialmente fotografiables. Aprenderás a ver cómo la luz afecta al entorno a según qué horas y en qué época del año.

Yo llevo años fotografiando los mismos rincones de Asakusa y alrededores del templo Sensōji. Te juro que los guardias de allí ya me conocen. Pues cada día descubro una nueva forma de fotografiar sus rincones. Por mucho que pienses que todos los días pasas por el mismo sitio, no es así. Eso significa que eres tú quien se ha estancado, no tu entorno, el cual es siempre volátil.

Sal a fotografiar con alguien

El problema es que la foto de calle puede resultar una actividad muy solitaria. Pasamos mucho tiempo vagando por las calles observando y esperando a que algo ocurra. Algo que puede no ocurrir en todo el día, dicho sea de paso. En el descanso para comer o, si tras dar por terminado el día vas a una cafetería, seguirás a solas. Esto tiene fácil solución, ¡lleva compañía! Sobre todo si esa compañía también practica la foto de calle con la misma pasión que tú. Las ventajas de tener un amigo de calle son muchas.

Dos ojos ven más que uno (recuerda que solo usas un ojo para mirar por el visor y el otro lo tienes cerrado😜). Además, cada persona aporta su propia visión de una misma escena. Te sorprenderás de lo que puedes aprender de los demás si salís juntos a fotografiar. También, estar con otros fotógrafos, te hace perder un poco el miedo a fotografiar lugares públicos llenos de personas. Te importa menos que te vean haciendo fotos si tienes ese apoyo de tu compañía. Mención a parte de los posibles intentos de robos. Si estás a solas eres más vulnerable para los amigos de lo ajeno que si vas con alguien más. Amigos multiuso que sirven tanto para protegerse como para inspirarse en fotografía de calle.

Eso sí, cuidado con montar un grupo demasiado numeroso porque la cosa se complica. Lo primero es que siendo más de tres llamaréis mucho la atención y podréis romper la espontaneidad del momento. Lo segundo es porque os estorbaréis los unos a los otros y al final acabaréis teniendo las mismas fotos. A veces, tus amigos también aparecerán en tus fotos fotografiando la misma escena. No mola.

Conviértete en turista

Adoptar una actitud de turista en tu propia ciudad puede ayudarte a ver otras cosas que antes dabas por sentado. Mírala como la vería un extranjero. Para mí es muy fácil meterme en la piel de un turista porque una vez lo fui. Puedo recordar qué sentía esos primeros días caminando por Osaka, Tokio y otras ciudades japonesas. Tras casi diez años viendo los mismos lugares una y otra vez puedo cambiar el chip y percibirlos como si fuera la primera vez. Esto es útil para motivar a alguien que no le ve sentido fotografiar en su propia ciudad. Visita áreas de tu ciudad que no te resulten interesantes. Recuerda, ahora eres turista.

Déjalo reposar

Los músculos crecen cuando los dejamos descansar. Pues con la fotografía y el arte en general ocurre lo mismo. En ocasiones, necesitamos pasar un tiempo desconectados de nuestro lado creativo para que este se recargue y vuelva con más fuerza. Aprovecha ese parón para mirar mucha fotografía y arte en general. Hay que aprender a discernir el no tener ganas de salir a hacer fotos del querer hacer fotos pero no tener motivación. Si hay veces en las que no quieres llevar la cámara encima, no quieres fijarte en las sombras, ni en las emociones, no lo hagas. Esto es algo que no se puede presionar. No es una competición ni necesitas presentar mañana un proyecto con tus fotos.

¿Tienes algún método diferente para inspirarse en fotografía de calle y quieres compartirlo con los demás? No dudes en dejarlo en comentarios. Y si alguien tiene algo más que añadir, que hable ahora o Calle Para Siempre.

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