Mi visión y mi actitud a la hora de hacer fotos en la calle cambia con cada cámara que ves en la imagen de portada. Tengo que darle una vuelta de tuerca a los dichos “La cámara no hace al fotógrafo” o “No es la cámara, es el fotógrafo”. En mi caso, la cámara sí hace al fotógrafo. Las cámaras y lentes que he usado a lo largo de mi vida han modificado mi forma de hacer fotos. Mi forma de aproximarme a una escena no es la misma cuando alterno de cámara (a veces llevo dos cuerpos con la misma focal en mi mochila). Los resultados que consigo tampoco son iguales. Eso quiere decir que el equipo que usamos sí que interviene en nuestra forma de fotografiar. Pero, ¿en qué interviene? ¿Cómo y hasta qué punto es importante?
La cámara sí hace al fotógrafo pero, ¿cuándo?
Quizá sea yo el que está malinterpretando el famoso dicho “La cámara no hace al fotógrafo”, también conocido como “La flecha no hace al indio”. ¿A qué se refiere exactamente? Siempre lo he relacionado a que nuestras fotos no van a mejorar aunque compremos nuevo y mejor equipo. Eso es algo obvio. Mi padre no tiene ni idea de fotografía. Si le entrego una cámara básica, no hará buenas fotos. Si le entrego una cámara de gama alta, seguirá sin hacer buenas fotos. No importa lo moderno o caro que sea nuestro equipo que si no tenemos el concepto o no estamos en el estado mental “de hacer fotos”, no hay nada que hacer. Una cámara no va a desarrollar nuestro ojo repentinamente ¡PERO!
El uso de una determinada cámara y focal sí va a hacer que aprendamos a mirar y a reaccionar a escenas usando las características que aporta ese equipo en concreto. Tu fotografía va a tomar caminos diferentes dependiendo de la cámara que uses y, sobre todo, de la focal de tu lente. ¿Por qué ocurre esto? Por la comodidad que aporta cada equipo en según qué funciones. En el siguiente apartado lo explicaré mejor. Además, creo que lo más importante es usar la cámara o cámaras que quieras llevándolas contigo siempre, como si fueran accesorios de moda. Ahí es cuando vas a mejorar fotografiando. Ahí es cuando la cámara sí hace al fotógrafo. En el momento en el que decides pasar el día entero pegado a la cámara que realmente quieres llevar es cuando más vas a practicar. ¿Tiene que ser una cámara último modelo? No. Tiene que ser la cámara/lente con las que te sientas bien.
Mi caso personal practicando fotografía de calle
Cada persona es diferente y lo que experimentemos con nuestros equipos no tendrá nada que ver con la experiencia de otra persona usando el mismo equipo. Eso es de cajón. En mi caso, cambiar de cámara me hace cambiar la forma de mirar. Me hace fijarme en cosas en las que no me fijo cuando uso el resto de mis cámaras. Como ejemplo está la foto de ahí arriba. Está tomada a ras de suelo usando la pantalla abatible de la cámara Fujifilm x100v. Este tipo de fotos las hago únicamente cuando uso esta cámara. Cuando uso la Fujifilm x100v es cuando pongo atención a este tipo de encuadres. Su pantalla abatible y su lente equivalente a 35mm me lo ponen en bandeja. Con el resto de cámaras mi ojo no ve así el mundo. No me lo pide el cuerpo. Es un claro ejemplo de cómo la cámara sí hace al fotógrafo, o al menos, de cómo mis diferentes cámaras me han servido para desarrollar varias formas de fotografiar.
Pues así con el resto de mi equipo. Las fotos que hago con una compacta tipo Ricoh GR, llevándola con una sola mano y estirando el brazo con libertad no son las mismas que hago usando la Leica M10, con la que siempre fotografío llevándomela al ojo. Ambos tipos de cámara me gustan, me dan algo diferente. No me estoy refiriendo a la calidad de imagen que proporciona cada equipo, ya que hoy en día cualquier cámara es más que buena. Tampoco a las características técnicas de una cámara del tipo resolución del visor electrónico o velocidad de ráfaga. Me refiero al concepto de la cámara. A cómo debido a su forma, tamaño, empuñadura, colocación del visor o una pantalla que cambia su posición, la cámara nos va a desarrollar un ojo que otro equipo no sería capaz.
Leica M10: El equipo que más ha desarrollado mi fotografía
Las cámaras con las que mejor me siento disparando street photography son las Leica telemétricas, la línea M de Leica. Gracias a su visor óptico desconectado de la lente, a su nulo retardo al hacer la foto y al diseño de enfoque en sus lentes, puedo disparar rapidísimo. Mis neuronas reaccionando a una escena y el disparo ocurren prácticamente al mismo tiempo. Como ejemplo, estas dos fotos de ahí arriba tomadas en el momento justo. Este tipo de fotos apenas las cazo cuando uso otras cámaras. No llego a tiempo. No porque sean peores cámaras, sino porque me invitan a tomar otro tipo de fotografía. Por ejemplo, la Yashica Mat124G, debido a sus controles y a su sistema de enfoque, me inspira a tomar una fotografía más pausada. Mis cámaras compactas, sobre todo las de carrete, me llevan a tomar fotos más descuidadas o del día a día. Fotos que no tomaría con una réflex.
La cámara sí hace al fotógrafo pero, ¡cuidado, no dejes que te domine!
Pese a disponer de un equipo que nos haga querer salir a hacer fotos, hay que tener cuidado con cómo lo elegimos y por qué. Puede ocurrir que eso de estar cambiando de cámara se vuelva en nuestra contra y sea la cámara la que nos domine, en lugar de ser nosotros los que la usemos a modo de herramienta. Lo que quiero decir es que un concepto de cámara, por mucho que nos guste, puede limitarnos a la hora de tomar fotos. Puede ponernos obstáculos en el desarrollo de nuestro ojo fotográfico y, al final, terminar frustrados. En otras palabras, hacer las fotos que nuestra cámara dice y no las que nosotros queremos.
El ejemplo más cercano que se me ocurre es de aquellos quienes compran cámaras Leica M sin saber sus limitaciones y qué puede aportar a su trabajo fotográfico una cámara con el concepto de telemétrica. Son muchos las que las compran porque son Leica y tras esfuerzos intentando adaptarse a la forma de fotografiar de una Leica M, terminan por venderlas. Como usuario de Leica M, me han preguntado muchas veces si las recomiendo pero, no puedo responder a eso ya que no conozco qué tipo de fotos quiere hacer cada uno. Quizá pueda ser el tema para la entrada de la semana que viene.
¿Crees que la cámara no hace al fotógrafo? ¿Por qué? Y quien tenga algo más que decir, que lo haga ahora o Calle Para Siempre.
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